Tuesday, December 6, 2011

Unos datos sobre la historia de la tauromaquia, y sus implicaciones hoy en día



            Antes de explorar otros aspectos de la tauromaquia – la controversia que existe sobre ella y el impacto que ha tenido en la cultura española, por ejemplo – quiero dar un breve resumen de la historia de las corridas de toros y después un análisis de la situación actual.  Esto no va a ser una historia completa de ninguna manera – para eso necesitaría volúmenes de libros – pero os va a dar un esquema para que veáis cuáles han sido algunas de las características principales de la tauromaquia desde siempre.  Voy a proponer algunas conexiones entre la tauromaquia antigua y la de hoy, para ayudar a nuestra clase a tener un conocimiento más completo de la tauromaquia, y para que puedan ver por qué todavía se realizan las corridas de toros.
            En su artículo llamado “Análisis de la tauromaquia desde sus raíces,” Helena Escoda admite que “todavía no hay acuerdo por unanimidad sobre los orígenes de la tauromaquia” (1).  Sin embargo, ella ofrece unas sugerencias probables, así como hace Juan Carlos Fernández Truhán en su artículo “Orígenes de la tauromaquia.”  Según Fernández Truhán, hay seis etapas importantes de la historia de la tauromaquia, que son:
“a)  Etapa de los cazadores de toros (hasta finales del siglo I)
b)  Etapa de los matadores (hasta el siglo X)
c)  Etapa de la lucha taurina caballeresca (hasta el siglo XV)
d)  Etapa de la lucha taurina cortesana (hasta el siglo XVIII) […]
e)  Etapa de la tauromaquia moderna (desde el siglo XIX hasta la actualidad)” (5).

Escoda divide su información de una manera parecida, comenzando con el hecho de que el ser humano siempre ha cazado toros, y pasando a que el toro “ha simbolizado la fuerza, la virilidad, la capacidad para engendrar, la fertilidad, la deidad protectora de la agricultura, etc.” (1).  Fernández Truhán nos da una explicación más amplia de la historia antigua de la interacción entre seres humanos y toros.  Para describir el “carácter místico y sagrado que desde sus orígenes han tenido estos animales en todo el país” (1), este autor resume tres mitos en los que los toros tienen un rol central.  En estas primeras interacciones entre seres humanos y toros – sea en la realidad sea en la tradición oral, vemos el origen de la reverencia hacia el toro – uno de los argumentos de los taurinos es que el respeto es un elemento fundamental de una corrida.  Esta actitud parece estar radicada en la época más antigua de la tauromaquia.
            Luego, en la época romana, se introdujeron las luchas entre seres humanos y animales por diversión (Fernández Truhán 6).  Todos nosotros conocemos la película Gladiator que nos pinta una representación de estas luchas de entretenimiento.  Obviamente en Gladiator se representan sobre todo luchas entre seres humanos, pero en esa época se realizaban también luchas de otros tipos, incluyendo aquellas entre seres humanos y toros:
“A este tipo de ‘bestiarios’ encargados de luchar contra las bestias en los anfiteatros y de manera específica contra los toros bravos, se les dominó ‘Taurarii’ y sus destrezas se mencionan en diversos juegos celebrados en Roma, indicándose que eran bestiarios que se reclutaban en Hispania, por el dominio que tenían los iberos en las habilidades de controlar este tipo de ganado” (Fernández Truhán 6).

De esto se puede ver que los mejores de los que luchaban contra los toros en el imperio romano eran los antiguos españoles porque tenían más conocimiento de y experiencia con los toros.  Así que empezamos a darnos cuenta de que la tauromaquia es un fenómeno español desde hace mucho tiempo.  También se ve que uno recibiría mucha atención si fuera un buen torero, algo que sigue siendo un elemento de la tauromaquia.
            Luego las corridas de toros se usaban para celebrar eventos importantes, como bodas o coronaciones.  En resumen, “cualquier ocasión daba lugar a correr toros” (Escoda 2).  En el año 1567 el Papa Pio V publicó una bula en la que fue declarada la prohibición de los toros.  En esta bula ponía que los espectáculos taurinos “no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana” y que se debería celebrar con fiestas religiosas aunque se pensaba que se hacían corridas de toros “en honor de los santos o de alguna solemnidad y festividad de la iglesia” (Fernández Truhán 10).  Ahora de nuevo las corridas se realizan en las fiestas religiosas, y este evento se convierte en una parte fundamental del día para muchos españoles.  Es difícil eliminar una costumbre si está asociada a la religión.
            La prohibición de las corridas se repitió en 1700 cuando llegó el rey Borbón Felipe V.  Sin embargo, la gente común seguía participando en las corridas, y así nació “el toreo como hoy lo conocemos, en que el protagonista es un hombre que torea a pie” (Escoda 4).  Comenta Fernández Truhán sobre la tauromaquia moderna,
“Este interés y aprecio por las actividades físicas taurinas entre el pueblo, elevará a sus practicantes a la categoría de ídolos, recuperando en parte su sentido originario de triunfadores frente a la figura del toro bravo como semidios y aportará a los matadores fama, buena posición y la consideración de maestros de su arte, como creadores de estilos y escuelas a imitar y aprender; llegando incluso a crearse escuelas en las que poder aprender el arte y las técnicas propias de los grandes matadores” (14).

De esto se entiende otra vez la posición que el torero goza en la sociedad.  También vemos que el toreo es una actividad popular con gente de todas las clases sociales.  El toreo se ha extendido a muchos países donde ahora se realizan las corridas y se puede aprender a ser torero en una de las escuelas mencionadas por Fernández Truhán.  Incluso hay una en California en los EEUU.
            En la historia más reciente, las corridas de toros se han realizado casi como forma de propaganda política.  En su libro Toros y Cultura, Andrés Amorós describe:
“el cartel de la corrida que se celebró en Madrid el 20 de octubre de 1940, en honor de Heinrich Himmler…Según Gutiérrez Alarcón, «es un agasajo a quien se presenta como jefe de la Policía Armada alemana, cuando los españoles nada saben todavía del creador de la Gestapo ni de la persecución de los judíos; a Himmler no se le ve como fundador de las SS ni como autor de satánicos campos de concentración, sino como representante de la gran nación amiga…»” (87).

En este caso, la corrida es parte de un evento más grande, y se usa para impresionar a una figura importante de otro país que está visitando España.  Se ve que la gente no sabía que Himmler cometía crímenes contra la humanidad; sólo participaba en la celebración.  El gobierno español se aprovechó de la corrida para involucrar a mucha gente y efectivamente mostrar que España apoyaba a Alemania.  Himmler se habría quedado con una buena impresión después de su visita, a pesar de que el público no sabía quién era y, si lo hubiera sabido, no lo habría apoyado.
            También, la plaza de toros es una parte integral de muchas ciudades españolas.  Por ejemplo en Sevilla, se empezó a construir la plaza de toros de la Real Maestranza en su sitio actual en el año 1733.  Concluyeron la construcción en 1881, y aunque ha habido renovaciones y cambios, sigue siendo el mismo edificio de hace tantos años.  (Del Valle Gómez de Terreros Guardiola).  Por eso prohibir las corridas de toros representaría quitar algo que ha formado parte de la ciudad durante muchas épocas de su historia. 
            Otra cosa que hay que tomar en cuenta es que las corridas son muy frecuentes y generan mucho dinero.  Estas estadísticas representan sólo Andalucía, no la tauromaquia en el resto de España, pero nos dan una buena idea de lo importante que es la tauromaquia para la economía.  En las estadísticas del 2010 reunidas por la Junta de Andalucía, vemos que se realizaron 806 espectáculos y festejos taurinos, entre ellos 126 corridas típicas (Junta de Andalucía 1).  Aunque entre el 2006 y el 2009 hubo una disminución en el número de estos espectáculos, vemos que atraen más de un millón de espectadores al año (Junta de Andalucía 8-9).  Así que estos eventos ocurren con bastante frecuencia y suponen una forma de entretenimiento para mucha gente andaluza.  Por último, los ganaderos se ganan la vida con los espectáculos taurinos; 3.630 toros fueron lidiados en el 2010, 755 de ellos en corridas tradicionales.  Es un número realmente alucinante, y vemos que la tauromaquia no es sólo entretenimiento, sino una industria lucrativa.  Al mirar el sitio web de la Plaza de Toros de Sevilla, descubrimos que las entradas más baratas de toda la temporada del 2011 eran de seis euros, y las más caras eran de 151 euros.  El abono de toda la temporada costaba de 306 a 3,414 euros.  (Plaza de Toros de Sevilla).  Cuando fui a una corrida, había mucho más gente en la sección de sombra por el calor.  Estos son los asientos que cuestan más, y los verdaderos aficionados de la tauromaquia se sientan allí.  Así que podemos concluir que aunque se puede ir a una corrida por poco dinero, una persona que asistiera regularmente pagaría más. 
            Los toreros, igual que los jugadores de fútbol, tienen sueldos enormes.  La tauromaquia es patrocinada por varias organizaciones.  En un artículo del 2009 de El País, surgió una pregunta interesante: “¿Quién pagará los costes si finalmente se prohíben los festejos?” (Piñol y Delgado 1).  Los representantes de la industria taurina decían que no se perdería sólo el dinero de cada corrida, sino también el dinero que pagan los turistas que vienen a ver las corridas, en hoteles y otras agencias.  Esto en Cataluña, pero se puede aplicarlo a toda España – en Sevilla muchos turistas van a las corridas.  Si en Andalucía se aboliera la tauromaquia, ¿la industria querría compensación monetaria? 
            Esto no es de ninguna manera un análisis completo de la historia de la tauromaquia, pero he hablado de algunos puntos importantes de las origines y de la situación actual.  Como podéis ver, la tauromaquia está ligada a la historia de la Península Ibérica.  Desde hace mucho tiempo, el toro se ha identificado con características místicas, y se le ha admirado por su fuerza.  Por eso, el hombre que podía dominar a este animal – sea en una lucha durante la época romana, sea en una corrida moderna – tenía mucha fama.  También hemos visto que la plaza de toros es parte de la ciudad, que las corridas se usan para celebrar eventos importantes, y que la industria de la tauromaquia es lucrativa.  Al considerar todos estos aspectos juntos, empezamos a entender por qué la tauromaquia es tan importante en la sociedad española, y por qué sería un problema intentar abolirla. 


Fuentes
Amorós, Andrés.  Toros y Cultura.  Madrid: Espasa Calpe, 1987.  Print.

Del Valle Gómez de Terreros Guardiola, María.  “Historia.  Resumen cronológico.”  Plaza de        Toros de Sevilla.  Web.  15 Oct 2011.

Escoda, Helena.  “Análisis de la tauromaquia desde sus raíces.”  Animanaturalis.org.  Web.  16     Oct 2011.

“Estadística de Espectáculos y Festejos Taurinos en Andalucía.  2010.”  Junta de Andalucía:        Consejería de Gobernación y Justicia.  2010.  Web.  15 Oct 2011.

Fernández Truhán, Juan Carlos.  “Orígenes de la Tauromaquia.”  Sevilla: Universidad Pablo de     Olavide, n.d.  Web.  16 Oct 2011.

Piñol, A. y C. Delgado.  “Los taurinos amenazan con demandas millonarias si se prohíben los        festejos.”  El País.  Barcelona, 19 Dec 2009.  Web.  15 Oct 2011.

“Precio de abonos.”  Plaza de Toros de Sevilla.  2011.  Web.  15 Oct 2011.

“Precio de localidades.”  Plaza de Toros de Sevilla.  2011.  Web.  15 Oct 2011.

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