Sunday, December 11, 2011

¡No a los toros!

            España es un país del primer mundo – bien desarrollado en términos sociales, económicos (en su mayor parte), de infraestructuras, científicos, y culturales.  Tiene una riquísima historia de interacciones entre varias religiones y etnias, de arte y de arquitectura.  De España han salido escritores tan famosos como Miguel de Cervantes y Francisco de Quevedo; los pintores Picasso y El Greco; el director Pedro Almodóvar; los actores Javier Bardem y Antonio Banderas; los cantantes David Bisbal, Julio y Enrique Iglesias; y el atleta Rafa Nadal, para nombrar unos pocos españoles famosos en todo el mundo.  España siente un orgullo profundo por todo lo que se hace en el país, desde el flamenco hasta el jamón, desde los azulejos hasta el fútbol.  Esta pasión brilla en los ojos de cada español.
            Sin embargo, hay un elemento de la cultura española que en el pasado ha sido una prueba de fuerza entre los hombres, un espectáculo para todo el pueblo, una industria lucrativa, y un rito que ha durado siglos.  Todo esto parecería bien si se refiriera al fútbol, por ejemplo, un deporte en el que España se destaca cada temporada y cada Mundial.  Pero no, este elemento del cual estoy hablando se realiza a costa de la vida de miles de seres inocentes cada año. 
            Esta tradición cultural es la tauromaquia, un término que según Wikipedia “se refiere a todo lo relativo a la práctica de lidiar toros, tanto a pie como a caballo […] Su expresión más moderna y elaborada es la corrida de toros.”  Esto último es un espectáculo en el que unos hombres vestidos de “trajes de luces” (trajes con decoración coloreada que brilla) ejecutan un proceso elaborado que consiste en caballos, banderillas, capas, y una espada, con el fin de matar a un toro.  La corrida de toros es considerado deporte por algunos, arte por otros – y crueldad por los demás, los que demuestran mayor sensibilidad humana.  Se dice que hay que preservar la tauromaquia porque se remonta a los tiempos antiguos en la Península Ibérica.  Se dice que es una parte fundamental de la cultura española.  Que los toreros son valientes.  Que los toros nacieron para morir en la plaza de toros.  Que es cuestión de opinión y se debería tener la libertad de elegir si ir o no a una corrida.  Pero ya no hay excusa.  La verdad es que la tauromaquia, por más popular o española que sea, es tortura y no tiene ningún lugar en nuestro mundo.
            Las opiniones de los españoles varían con respecto a este tema.  Aunque la tauromaquia es considerada una tradición muy española, y hasta se le llama la Fiesta Nacional, no todos los españoles están a favor.  También hay los que no saben mucho de la tauromaquia, y los que están fuertemente en contra, entre otras perspectivas.  Para demostrar esto, he preguntado a mis amigos sevillanos qué piensan de las corridas de toros.  Me respondieron de varias formas:
- Rafa Jesús: “Personalmente me gusta, por el hecho de que en nuestro país es cultura o tradición (aunque a muchos no les guste), pero también entiendo a aquellas personas que luchan porque desaparezca, porque es "maltratar públicamente hasta la muerte" a un animal como es el toro, y eso por muy bonito que sean los trajes y la forma que toreen, la muerte es la nota que predomina en toda celebración taurina. No soy aficionado a los toros, pero no me desagrada verlos. Hasta hoy no he tenido la oportunidad de ver una corrida de toros en una plaza de toros, pero pienso también que el día que vaya a verlo dejara de gustarme, por ello me resigno a ir.”

- Dulce: “Sé que se trata de un acontecimiento cultural desde hace siglos en la historia latina e hispánica, pero, desde mi punto de vista, considero que el toro sufre innecesariamente para complacer la diversión del ser humano. Yo soy amante de los animales y estoy totalmente en contra de las corridas de toros!! Estaría a favor si no se hiciese daño al animal, si solo se bailara con él o algo en plan estético... pero no es así...”

- José Luis: “No reconozco a los toreros como una profesión, sino más bien como un hobby, si es que se le puede llegar a llamar así. Si realmente les gusta torear deberían hacerlo en medio del campo con los animales en su propia naturaleza y así seguro que las condiciones no serían las mismas, ni para el torero ni para el toro.
Estimo oportuno que el ser humano se puede beneficiar de los animales para alimentarse, utilizarlos como animales de granja, utilizar la fuerza de los mismos para realizar tareas agrícolas, utilizarlos como medio de transporte, pero nunca utilizarlos para divertirse con ellos mientras los hacen sufrir.

- Jose: “No me gustan los espectáculos taurinos porque no me gusta que se torture a los animales y luego se les mate y mucho aun peor que esto se haga para divertir a la gente.  Deberíamos de acabar de una vez por todas con esto ya que no es cultura española, es vergüenza nacional.  Gracias a dios, cada vez se están prohibiendo en más lugares en España.”

- Tony: “Cuando me preguntaste acerca de mi opinión sobre los toros y el mundo taurino en general, mi reacción más inmediata fue la de expresar la profunda repulsa que me produce un entretenimiento tan vil y sanguinario[…] No me malinterpretes, me gusta el arte: adoro los lienzos de pintura de Caravaggio o la música de Wagner pero, cuando una persona trata de compararme la tortura animal (y en muchas ocasiones, humana) que supone una corrida de toros con el concepto de ‘arte’,  me viene a la memoria una frase de Ortega y Gasset (filósofo español del siglo XX): ‘los toreros ocultan en el estilo de un traje de luces la ausencia total de arte e, incluso, de humanidad.’”

- Rafael: “Si bien desde la opinión personal no me gustan las corridas de toros, creo que es importante saber de ellas cuando se estudia la cultura española (o hispanoamericana). Además aunque la muerte del animal está incluida en ella también lo está en otras tradiciones y por supuesto en las matanzas que se hacen como excusa alimenticia.
Se debe dejar libertad para que al que le guste acuda a ver este espectáculo y el que no le guste que no vaya, y si en un momento determinado nadie demanda ya esto pues se acabe extinguiendo esta antiquísima practica de forma natural como pasa con numerosas prácticas culturales.”

- Pablo: “Los animalistas protestan mucho sobre el trato que recibe el toro en la plaza pero esa es la función para la que ha sido creado pues si el toro de lidia no sirviera para las corridas de toros, los ganaderos no mantendrían a la raza provocando de esta manera su extinción como ya pasara con el burro el cual está en serio peligro debido a que se quejaban de su usanza como simple instrumento de carga y hoy en día pocos quedan a suprimir esto.
Así al factor económico como ya comenté antes, unido a la tradición y poniendo especial énfasis en su factor biológico, tendremos los principales motivos por los que debe perpetuarse esta fiesta nacional.”

Como podéis ver, mis amigos tienen opiniones diferentes sobre el tema de la tauromaquia.  No es justo decir que a todos los españoles les gusta esta tradición, porque simplemente no es así.
            Uno de mis amigos ha mencionado que el toro de lidia, la raza de toro con la cual se realiza una corrida de toros, fue creado por el ser humano específicamente para este propósito.  Así que se cría a estos animales, sólo para matar a muchos de ellos.  Seis toros mueren en cada corrida de toros.  Se puede comer partes del toro, pero este sacrificio de animales es un desperdicio.  Se les paga mucho dinero a los ganaderos de toros para criar a los toros más fuertes.  La cosa es que el toro no es, por naturaleza, violento contra los seres humanos.  Véase un video de YouTube en el que un hombre andaluz tiene un toro como mascota.  Además, el toro de lidia es otro ejemplo de que los seres humanos manipulan la naturaleza.  Si uno está preocupado porque la abolición de las corridas de toros significaría la extinción del toro de lidia, hay otras alternativas – siempre se podría seguir criando estos toros pero usarlos para otros propósitos o en espectáculos no violentos.
            Unos ex-veterinarios han revelado que antes de la corrida, se le hacen varias cosas al toro para debilitarlo.  Por ejemplo, los cuernos se alteran, para que el toro no pueda utilizarlos de forma eficaz.  He leído también que se le da drogas para que esté más tranquilo y sea menos peligroso.  Se dice que no se le da de comer ni beber durante varios días, para que esté más débil.  Hasta ahora no he podido encontrar fuentes fidedignas sobre esto.  Pero hay unas cosas de las que estoy segura.  Por ejemplo, el toro está en un pasillo oscuro antes de la corrida.  Cuando se abre la puerta, es confundido por la luz.  Además, está solo; bajo condiciones naturales, los toros viven en grupos.  Es por eso que, si algo va mal en una corrida, entra un grupo de vacas en la plaza para que el toro las siga.  Y lo más obvio, el toro es sometido a muchas heridas antes de tener que luchar contra el diestro.  La primera viene de un hombre montado a caballo; en este caso, el hombre está en una posición fuera del alcance de las embestidas del toro, desde la cual puede herirlo sin que él realmente pueda defenderse.  En todas las otras etapas de la corrida, hay un grupo de hombres con capas de colores brillantes, listos para entrar en la plaza y distraer al toro en el caso que un torero se encuentre en una situación peligrosa.
            Es obvio que el toro sufre durante una corrida de toros.  Muere lentamente, después de muchas heridas repetidas.  Si es cierto lo anterior, sobre lo que se le hace al toro en secreto, el sufrimiento comienza incluso antes de la corrida.  Como he mencionado, la primera etapa de la corrida es el tercio de varas, en el que se hiere al toro con una lanza para debilitar los músculos de su espalda.  Esto le pasa dos veces a cada toro, con dos caballos diferentes.  Después se pasa al tercio de banderillas, durante el cual tres hombres le clavan dos banderillas – seis en total – en la espalda del toro, justo donde los picaderos habían abierto una herida.  Esto sirve para causarle más daño, pero también ofrece una cruel oportunidad para que el público se ría del toro – con estas flechas de colores que le salen de la espalda, moviéndose cada vez que el toro embiste, el toro podría parecer cómico.  Los animales (probablemente) no pueden sentir vergüenza, pero el hecho de que nos riamos de un animal que sufre revela algo sobre nuestro carácter como seres humanos.  Por último hay el tercio de muerte.  Sale el gran “héroe,” el diestro, cuyo trabajo es lidiar con el toro, en una especie de danza en la que el toro es atraído por la muleta roja y embiste una y otra vez contra ella mientras el torero ejecuta unos movimientos elaborados que le permiten mostrar su “valentía” al mismo tiempo que evita las cornadas.  A este punto, le cuesta trabajo al toro respirar y levantar la cabeza.  Cuando decide que la corrida se ha acabado, el diestro intenta matar al toro con la estocada, clavando su espada en la espalda del toro.  El objetivo es atravesar el corazón, haciendo que el toro muera rápidamente.  Pero muchas veces esto no pasa, y el toro muere asfixiado, vomitando su propia sangre.  Incluso hay que darle otra puñalada en la cabeza para que muera finalmente.  Cuando el toro está muerto (más o menos) se le cortan una o dos orejas y a veces el rabo si el torero ha realizado una corrida excepcional.  Después, con un aparato enganchado a unos caballos, se hace el arrastre – una vuelta de la plaza arrastrando el toro detrás.  Fuera de la vista del público, se le descuartiza. 
            Si todavía no os he convencido, quizás ayude mencionar que el ser humano también puede sufrir daño en una corrida de toros.  Véanse dos casos: Manolete y Juan José Padilla.  Manolete era un torero muy famoso, pero que al final de su carrera murió de una cornada.  Podría haberse jubilado, rico y bien conocido, pero en cambio sucedió un giro del destino y murió en el mismo lugar donde había ganado la vida matando.  Un caso más reciente es el de Juan José Padilla – un torero que hace poco recibió una brutal cornada a la cara, dejándolo con la mandíbula rota y ciego en un ojo.  He visto un documental sobre él, en el cual se le veía antes del accidente con su familia, su casa grande, disfrutando de la vida.  Ahora se ha quedado desfigurado, y el muy idiota quiere volver a torear.  Diréis: ellos lo merecían.  Vale, pero también ha habido incidentes en los que el toro se escapó de la rueda, poniendo al público en peligro. 
            Ya podréis ver que la tauromaquia es una práctica ridícula en todos sus aspectos.  Es un desperdicio de animales y dinero, no es apoyada por todos los españoles, y es peligroso para el toro y el torero.  En resumen, es una mancha en el tejido cultural español, y un país que se destaca en otros deportes y otras artes no necesita la tauromaquia.  Afortunadamente, en España las cosas van cambiando, y hay esperanza.  En Cataluña ya se han prohibido las corridas de toros, por las razones que son crueles, a los catalanes no les interesan, y no forman parte de la identidad regional catalana.  Pero los derechos de los animales no son una cuestión regional sino mundial, universal.  Todo el mundo debería luchar por los derechos de otros seres vivos. 
            ¿Cómo podéis ayudar?  Primero, hay que inscribirte a varios grupos anti-taurinos.  Esto es fácil – ve a Facebook, busca unos grupos, y haz clic en “Me gusta”.  Segundo, hay que informar a tus amigos sobre lo que realmente pasa en una corrida de toros.  Mucha gente no sabe lo que le pasa al toro, y cuando vaya a España, paga para ver este espectáculo, aumentando así la cantidad de dinero invertida en esta tortura.  Hay que luchar contra la retórica de “Esto es una tradición española” con la de “En una corrida de toros se ve a seis animales muriendo lentamente” para convencer a la gente de no asistir a las corridas.  Quizás así la gente de otros países vea el asunto desde una perspectiva diferente.  Si alguna vez vas a España, ¡no asistas a una corrida de toros!  En cambio, participa en las manifestaciones en contra de ellas.  Firma las peticiones en lugares que quieren hacer como Cataluña y abolir la tauromaquia.  Y por último, debes cambiar tu mentalidad.  Hay que decir – o gritar – que no queremos ver a ningún ser vivo sufrir por una tontería como las corridas de toros.  Piénsalo y ya verás, las corridas de toros son anticuadas y es hora de acabar con esta cruel “tradición” española. 

3 comments:

  1. Es muy interesante que mucha gente tratan de mostrar las crueldades con los pollos y otras cosas que comemos pero algo tan obvio como la crueldad de los toros no es tan popular!!
    -Ilya

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  2. Tu presentación fue increible. Muchísimas gracias por habernos dado más hechos sobre "la tauromaqua." Lo más intersante de este ensayo fue como utilizaste hechos brutales de la corrida pero a la vez eran hechos presentados con buen gusto. Lo que no funciona en una arugmentación (en mi opinión) es simplemente tirar frases emocionales pero vacias a la cara de nuestra audiencia. Para presentar un ensayo que provoca una respuesta emocional y a la vez engancherla con razonamiento lógico sobre el porqué que la corrida es inhumano es una estrategia muy efectivo. Además, el tratamiento de la objeción (en relación al comntario de tu amigo sobre la comparación a los burros) también demuestra madurez de tu argmento porque anticipas la lógica viciada que viene. Muy bien escrito.

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  3. No creo que tantas personas pueden luchar por un deporto tan violenta. Tradición es muy importante a culturas que tienen muchas raices profundos, pero lo que pasó en el coliseo no pasa ahora! Buenisima argumentación!
    Megan

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